miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cadiz en el recuerdo


Hace ya un añito y pico, tras volver de unas vacaciones en Cadiz, me sente un par de tardes al ordenador y, juntando unas pocas fotos que habia ido haciendo en mis ultimas visitas, hice este video para quitarme de encima la morriña que me habia traido en el avion.
Colgue el video en facebook,( como si hubiera rodado la cuarta parte del Padrino, vamos!) y dije en el comentario de entrada que estaba hecho con cero de tecnologia y 10 de corazon.
Hoy me he encontrado con el video otra vez, por casualidad. Ya duele menos vivir lejos de mi tierra y se que el Cadiz que añoro es un Cadiz irreal e idealizado que solo existe en mi pensamiento. Pero es mi Cadiz, es mi historia. Estas fotos son el patio de mi recreo, mi angel de la guarda dulce compañia, la sal de mis lagrimas y la madre que me pario. Ahi os lo dejo.

4 comentarios:

  1. Qué bonito Felix. Que sepas que has hecho llorar a otro exiliado. Por cierto, ese Cádiz idealizado sí que existe, es en el que vivimos tú y yo cada vez que nos da la gana.

    ResponderEliminar
  2. graaacies felix, por este regalito tan bello para todos los corazones heridos de nostalgia gaditana, para todos "los marineros sin tierra"...sí, sin duda, cadiz sigue en el recuerdo.
    las fotos, lindas!!!

    ResponderEliminar
  3. Buenas apátrida, está de más señalar, creo, ese desapego mío en cuanto a Cádiz se refiere. Mis antepasados, del húmedo litoral jienense, acabaron circunstancialmente en la Tacita y allí nacimos mis hermanos y yo. Supongo que es por eso, que nunca se me ha clavado Cádiz en las venas, tal y como a tí te sucede.
    Supongo también que soy así de hijo de la gran puta y que no añoro lo que se supone que tendría que añorar.
    Pero he reconocer amigo apátrida, que me ha emocionado ese video que has colgado en tu blog. No ya por las imágenes (que también, la verdad) sino por eso que dejas entrever en tus sabias palabras: es la historia de cada uno de nosotros, perfumada con cada rincón, con cada plaza, con cada calle. La historia de un partido de fútbol, la historia de las risas y los juegos infantiles. La historia, quizás, de un beso, de una mirada, en los húmedos inviernos estudiantiles. La historia de cada uno de nosotros. La verdadera patria de cada uno.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. PRECIOSO, PRIMO, ME HE QUEDADO SIN PALABRAS

    ResponderEliminar